25/8/08

Josefa Nolte: Lo efímero y eterno del arte popular y las artesanías


La palabra arte deriva del latín ars que significa destreza, dominio técnico y es importante ser fieles a esta definición para entender que todo artistas es ante todo un buen artesano por el dominio técnico que requiere en el oficio para poder plasmar su creatividad.
El artesano ejerce una especialidad en la que se requiere la destreza técnica para producir formas repitiendo patrones de un repertorio tradicional que es de conocimiento de todos y que satisface necesariamente a una comunidad. El arte en cambio requiere además de la destreza el componente de la creatividad y de la unicidad.
El artista popular es mucho más creativo que el artesano, su trabajo también se enmarca dentro de lo utilitario, pero es más libre a pesar de que, igual que el artesano, tiene que responder al gusto de una comunidad con patrones establecidos. La belleza es más adjetiva, es un valor agregado que podría ser retirado sin perjudicar el soporte sustantivo. La utilidad del objeto prevalece.

El arte popular y las artesanías están estrechamente ligados, uno alimenta al otro permanentemente y por ello son dos actividades que no se pueden desligar.

Otro concepto importante de revisar es la tradición o lo tradicional, pues lejos de ser conceptos estáticos son muy dinámicos, están en permanente construcción o desconstrucción. Aquello que fue tradicional puede dejar de serlo para dar paso a nuevas formas. Valga de ejemplo la conocida cerámica de Chulucanas (Piura) que de cántaros y tinajas para chicha se convirtió en las hoy tradicionales esculturas que representan a hombres y mujeres realizando diversas actividades cuya característica más notoria son su formas redondas que evocan a las pinturas del pintor colombiano Botero.

Si bien es cierto que estas esculturas utilizan las antiguas técnicas del paleteado y la cocción con reducción de oxígeno para lograr la coloración oscura, las formas y el uso y los usuarios de estas piezas son nuebos pues aparecieron recién en la década de 1970 y es posible establecer su evolución e identificar a sus creadores a pesar de que hoy todo el pueblo de Chulucanas las produce y recrea.

Otro ejemplo son los mates burilados de Cochas Chico y Cochas Grande (Junín) que en la década del 50 importaron de Ayacucho la técnica del burilado, para convertir los platos y azucareros tradicionales en los mates decorativos que representan escenas con la misma técnica del buril, pero que han modernizado la tecnología e incorporado variantes logrando una diversidad de estilos y funciones: pintado, teñido, quemado y fondeados. Estos mates que satisfacen principalmente la demanda de un mercado turístico son hoy uno de los objetos que se reconocen como la artesanía tradicional peruana.

La extraordinaria diversidad geográfica del territorio peruano ha propiciado que las diferentes sociedades que a lo largo de la historia han vivido en este territorio desarrollen gran cantidad de técnicas para aprovechar las materias primas que la naturaleza les ofrecía para resolver sus necesidades básicas de alimentación, abrigo y protección. La cultura material, como producto de la interrelación del hombre con el medio ambiente, es la manifestación más tangible de la vida de las sociedades, por haber estado siempre estrechamente ligada a las materias primas del entorno y a las necesidades que priorizaron los hombres y mujeres de cada sociedad. El desarrollo de sociedades con organizaciones complejas permitió la especialización de los productores y el intercambio, enriqueciéndose de esta forma la diversidad.

Las culturas regionales, así como las panandinas, dan cuenta de ello a través de las valiosas colecciones de objetos que han podido conservarse hasta nuestros días, mostrando no sólo la destreza de sus productos, si no la diversidad de formas y motivos desarrollados en cada una de sus manifestaciones. Existen hasta hoy elementos iconográficos específicos a los estilos regionales y elementos a los que podríamos llamar peruanos.

Si bien es cierto que artesanía y arte popular se siguen produciendo en todo el Perú, sólo un porcentaje está destinado al autoconsumo o al trueque; el otro porcentaje está destinado al autoconsumo o al trueque; el otro porcentaje está hecho con fines de intercambio comercial y es este caso existe un mayor grado de especialización pues estos productos ya pueden calificar como mercancías.

En el Perú, la actividad artesanal contribuye con menos del 1% al PBI y se estima que brinda trabajo a más de tres millones de personas sin contar a aquellos que producen artesanía en forma complementaria a sus actividades principales, casos de los agricultores y pastores.

Resulta interesante comprobar que en aquello lugares en los que florecieron antiguas culturas hoy encontramos mayor concentración de producción artesanal, tal es el caso del Sur andino que abarca los departamentos de Puno, Cuzco, Huancavelica, Abancay, Arequipa, Ayacucho y Junín.

El fenómeno migratorio hacia Lima y otras ciudades principales se inició en la década del cincuenta y se acentuuó en la de los ochenta, por los problemas de violencia, ha concentrado a gran cantidad de artesanos en los suburbios de Lima. Éstos han adaptado su producción a las necesidades del mercado: utilizando las materias primas que la ciudad les ofrece, incorporando nuevas tecnologías e inclusive adaptando las formas al gusto de sus nuevos usuarios, sin embargo mantienen un lejano sabor de las cosas que producían en sus respectivos pueblos.

Son muchas y muy diversas las especialidades artesanales que se han desarrollado en el Perú a lo largo de la historia: textilería, cerámica o alfarería, la orfebrería (que incluye la joyería), imaginaría (máscaras, retablos e imágenes), pintura, cantería, cerería, talabartería y hojalatería por mencionar las principales.

En este documento trabajaremos cuatro especialidades: textilería, cerámica y mates burilados por las razones ya expuestas y la imaginería por lo que ha significado en cuanto a la iconográfía y al imaginario de los pueblos.

...continuara

1 comentario:

Runawanak Artesanos dijo...

Me parece muy interesante el artículo, creo que en un país como el nuestro con gran capacidad artesanal estos temas deben ser más difundidos y tratarse en diversos espacios.