9/6/11

Del Amaru al Toro: Homenaje e Introducción

Del Amaru al Toro


Homenaje a las comunidades campesinas alfareras de

Santiago de Pupuja y José Domingo Choquehuanca,

distritos de Azángaro, Puno


In memoriam José María Arguedas, a cuarenta años de su muerte


Amaru (1) es una serpiente félida (2) de extraordinarios poderes que emerge del uku-pacha (mundo interior), influye en los seres vivos del kay-pacha (este mundo) y se relaciona estrechamente con los fenómenos atmosféricos del hanan-pacha (mundo superior). El amaru es una divinidad meteorológica (Ortmann 2002), pródiga en aguas para las sementeras y el ganado, capaz –como wayqu o lluqlla– (3) de abrir cauces arrastrando nuevas tierras (limo) o irrumpir violentamente con su turbión en avenidas de los ríos y desmadres. Está en los nombres de varios incas: Inti Kapaq Pirwa Amaru, Tupaq Amaru Amawta, Tupaq Amaru I (Vilcabamba) y Tupaq Amaru II (Condorcanqui). Su importancia fue tan grande, que estuvo en el blasón de los últimos incas (Cúneo Vidal 1930). Ese fiero amaru, que en unas leyendas está sumergido en las lagunas o vigila desde un peñón en medio de las aguas, cedió, en otros relatos, su espacio al toro: animal llegado con la conquista e incorporado a la vida productiva y espiritual indígena.



El toro es uno de los avatares del amaru: el toro sustituyó al amaru, sin que el amaru haya dejado de existir (Macera 1999). El amaru tiene, no obstante, otros avatars: el wayqu, la lluqlla, el turbión, San Andrés peregrinando entre Cahuacho y Chuñuño (Arequipa). Asimismo, el amaru sin transformación alguna late en algunas leyendas y cuentos. El toro sustituyó al amaru sin queel amaru haya dejado de existir. Lo hallamos en la cumbrera de los techos (toro de safacasa: toro-techo), está vivo y respira en relatos, y permanece latente en el inconsciente de los artistas visuales populares. Entre el proceso de la conquista española y la reestructuración de la cosmovisión andina se materializaron nuevas deidades. El toro encarnó en la iconografía y está presente en el arte tradicional peruano: mates, textiles, ceramios, imaginería. Es un producto simbólico panandino con ritos, hábitos y discursos propios.

Así, el toro, como ganadito –ya propio, ya ajeno– adquirió presencia en la cosmovisión del campesino. Puno, con su meseta altiplánica propicia para la ganadería y famoso por su música y danzas vernaculares, es también conocido por su toro de Pucará.




(1) Domingo de Santo Tomás en su Lexicón (1560) define amaro como dragón o serpiente. Ludovico Bertonio en su Vocabulario de la lengua aymara (1612) define su equivalente aymara, catari, como víbora grande.


(2) Invención religiosa panandina que detenta los atributos del puma, el otorongo y las grandes serpientes. Divinidad de las aguas que interviene en el ciclo productivo agrícola y ganadero. También hay construcciones de sierpe cánida.


(3) Guaico: q. wayqu, hoyada, quebradita, hondanada. // torrentera, aluvión, cf. Huaico // Lloclla: q. / ay. lluqlla, avenida, torrentera (Farfán 1957). Llókklla: avenida, torrentera, aguas temporales que corren fuera de madre, cauce de las aguas temporales // llókkllay: acto y efecto causado por desborde de torrentera // Wáy'ko: quebrada, hondanada, cuenca, terreno cóncavo, depresión de tierra formada por hundimiento o por deslaves, así como extracción de tierra; rambla, arroyadura por una torrentera o avenida de devastación que suele bajar de los andes arrastrando peñas, lodo, nieve, arna (Lira 1944).





Fuente:

Fedora Martínez. Del Amaru al Toro. Instituto Nacional de Cultura. Lima, 2009.

No hay comentarios: