13/2/09

Edilberto Mérida & María Antonieta Mérida

Madre e hijos músicos

Estela Miranda
Investigadora del Museo Nacional
de la Cultura Peruana, INC

Las figuras grotescas, iniciadas por el reconocido ceramista cusqueño Edilberto Mérida, Gran Maestro de la Artesanía Peruana desde 1993, fueron representaciones colmadas de gran contenido social: el sufrimiento del hombre andino, expresando el hambre, el maltrato y la miseria. Por eso sus personajes muestran rasgos acentuados en el rostro, la boca entreabierta con la lengua hacia afuera, y las manos y los pies desproporcionados. De esta manera, propuso una variante dentro de la imaginería cusqueña tradicional.
Entre sus seguidores destaca su hija María Antonieta quien ha optado por continuar con este estilo grotesco, complementado con los aportes de las técnicas escultóricas de raigambre virreinal. Su procedimiento de elaboración consiste en modelar, secar y consolidar con yeso para proceder al encarnado, dorado y plateado, seguido del estofado que consiste en pintar sobre el dorado de manera similar al del tallado en madera, y el esgrafiado en raspar la pintura de acuerdo a los diseños y así mostrar el dorado de la capa interior.
Su obra carece del dramatismo y la denuncia social iniciado por su padre, interesándole más bien los temas costumbristas y religiosos, mostrando la candidez del hombre andino y mestizo frente a las situaciones adversas, como en esta obra expuesta que representa a una madre acompañada de sus hijos tocando instrumentos musicales como el charango, la quena y el acordeón, pidiendo de manera sutil una ayuda con la que pretenden ganarse el sustento diario.
Por su desarrollo plástico María Antonieta ha recibido reconocimientos en diversos países como Guatemala y Venezuela.

Pieza del mes del Museo Nacional de la Cultura Peruana: mayo 2008

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